Los Templos Barrocos del Collao fueron inscritos en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial de la Convención de UNESCO de 1972 como bien cultural bajo los criterios C (ii) y (iv) en el año 2019. Representan la fusión del diseño y construcción de templos bajo influencia de las escuelas regionales cusqueña y arequipeña, utilizando materiales, formas arquitectónicas y motivos ornamentales locales con alto contenido simbólico, comprendiendo un legado de aproximadamente nueve templos edificados gracias a la promoción y dirección de las órdenes religiosas, párrocos seculares y obispos la Iglesia Católica entre los siglos XVII y XVIII, durante el periodo del virreinato del Perú, con el propósito de evangelizar a la población indígena local, tanto quechua como aymara, y apoyar su incorporación al proceso administrativo y productivo español.